English: Too Much of a Good Thing is not Always a Good Thing!
¡Mucho de Algo Bueno no es Siempre Algo Bueno!
Por Foster W. Cline, MD
La vida de los niños se salva cuando ellos están protegidos por sus padres. La vida de los niños se pierden cuando están excesivamente protegidos por sus padres. Si la protección no es la parte más importante del amor que se muestra en los primeros años, el niño muere. Si la protección es la parte más importante del amor que se muestra a los adolescentes, ellos se vuelven hostiles, dependiente y por lo general, rebeldes. Esta rebelión puede llevarlos a accidentes de auto, drogas y muerte.
Protección, como todas las cosas buenas, tiene un lado oscuro cuando se entrega con demasiada libertad. De hecho, la protección podría ser uno de los mejores ejemplos de: "¡Demasiado de algo bueno, no es una buena cosa!"
Los niños pequeños no tienen la capacidad de estar más preocupados por mantener su buena salud que los padres, por lo que los padres deben asumir la mayor parte de la preocupación por los problemas de salud en la niñez temprana. Dependiendo de la madurez del niño, para el tiempo que un niño está en segundo grado, el deben asumir más de la preocupación por su salud que los padres. Ciertamente, cuando la mayoría de los niños están en tercer grado y tienen nueve años de edad, ellos están muy conscientes de sus problemas de salud.
Cuando los niños sufren de enfermedades o condiciones médicas, necesitan más protección. Los padres comprensiblemente caen en el hábito de checar las dosis y horario de medicamentos, gestionar preocupaciones dietéticas, programar visitas al médico, y muchos más asuntos de la salud sus hijos, que los padres de niños sanos. Dependiendo de la condición médica, su gravedad y el carácter de los niños y los padres, la línea entre protección necesaria y exceso de protección puede llegar a ser muy borrosa. El problema se agrava por el hecho de que, cuanto más una persona está protegida, es más lo que él/ella llegan a necesitar esta protección. Por lo que la concesión de protección, ya sea otorgada por los padres amorosos o el gobierno federal, generalmente lleva a una espiral de incremento constante de involucramiento, con el riesgo asociado de sentirse constantemente con derecho y dependencia hostil.
Cuando personas tienen dependencia hostil, significa que se sienten impotentes o engañados y siempre exigen más de otros esperando que otros se lo den, en lugar de aceptar la responsabilidad de cuidar sus propios deseos y necesidades. Pueden llegar a enojarse, amargarse, culparse, rebelarse y ser hostiles. Y cuando los niños se vuelven rebeldes y hostiles, a menudo son auto-destructivos. Para un niño, ¿qué podría ser más eficaz para alterar a sus padres amorosos que el negarse a cuidar bien de sí mismos? ¿Qué causa más angustia a los padres que un niño que se droga o ignora los regímenes médicos? Así que los padres de niños enfermos se sienten entre la espada de la enfermedad sin control y la pared al tratar de controlar la salud de un niño cada vez más resistente.
Vamos a ver un ejemplo del libro “Parenting Children with Health Issues”:
La historia de Bonnie es una triste, especialmente porque tiene un final infeliz innecesario. Las cosas empezaron soleadas. Bonnie era una bella niña rubia de cinco años, que se había desarrollado normalmente. Entonces ella comenzó a tropezar. Primero, sus padres lo atribuyeron a "problemas de crecimiento", pero cuando las caídas se acompañaron de dolores de cabeza, náuseas y vómitos, sus padres la llevaron al médico. Fue la primera de muchas visitas a profesionales de la salud. Después de esa primera visita al pediatra, una resonancia magnética subsecuente reveló una Meduloblastoma posterior. El oncólogo pediatra refirió a Bonnie a cirugía, seguida de radiación y quimioterapia. Las cosas nunca fueron las mismas para Bonnie.
A sus 32 años, Bonnie no puede lograr poner su vida en pobre funcionamiento junta. Se desplaza a través de situaciones de vida distintas: a veces se queda con sus amigas, a veces se queda sola, con más frecuencia esta con un tipo que se aprovecha de ella durante un año o más, y luego se va. Ella permanece en puestos de trabajo, tal vez por el tiempo que de un año, antes de ser despedida por llegar tarde, ser desobediente o irrespetuosa. Ella está separada de su hermana mayor y su hermano menor, los cuales no tienen absolutamente nada que ver con ella.
Tal vez no sería tan triste si todo esto fuese el resultado del compromiso de un sistema neurológico devastado por el tumor, cirugía, radioterapia y drogas tóxicas. Entonces, de alguna manera, la vida desperdiciada de Bonnie tendría sentido, pero este no es el caso. Bonnie no está psicológica o físicamente lisiada.
Durante el quinto año de la vida de Bonnie, la vida de la familia se torno al revés, con visitas al hospital y las visitas de seguimiento médico. Durante un año y medio, la recuperación eventual de Bonnie era incierta. Durante los años siguientes, los padres de Bonnie convirtieron lo que debió haber sido una simple fase de exigencia y control en un guión de vida. Sus respuestas de padres de continuamente disculpar la inmadurez de su hija y el comportamiento exigente validado con ello su actitud de derecho, sentimientos de victimización, y su costumbre de culpar a otros por todo lo infeliz en su vida. En los años que siguieron, el miedo de los padres de Bonnie de perder a su hija en una reaparición del tumor que nunca ocurrió, torno a Bonnie en la bruja-princesa de la casa. Lo que quería Bonnie, Bonnie lo obtenía. Le daba la contra a su hermana mayor, Rachael, quien Se irritó a su hermana mayor, Rachael, quien era amonestada por sus padres a que soportara sus payasadas, y simplemente enfrentara su maldad sin tregua. Su hermano menor, Bud, recuerda a Bonnie sólo como "la hermana mayor del infierno".
Tal vez estos hermanos podrían haberse recuperado del resentimiento de su infancia, si Bonnie hubiese madurado, pero lamentablemente, nunca lo hizo. En palabras dichas por Bud, que ha seguido "... chupando a mis padres hasta secarlos. Ya tomaron una segunda hipoteca sobre su casa, porque Bonnie gasto su dinero en pedicuras y DVD en lugar de pagar alquiler.”
De alguna manera, los padres de Bonnie nunca han sido capaces de desprenderse de hacer Bonnie el centro de su energía y atención. Ahora ellos están entre la espada y la pared, habiendo creado una niña exigente, dependiente hostil que ellos temen podría convertirse en una persona de la calle si no acceden a las demandas continuas de sus recursos y energía. Bonnie con resentimiento ("no es suficiente") acepta sus regalos, que han agotado considerablemente el patrimonio familiar, sin un mísero "gracias".
Este ciclo triste es tan común que casi podría considerarse "normal" para los niños con problemas de salud graves. Pero, felizmente, con las técnicas adecuadas, es menos probable que ocurra. Entonces, ¿cómo pueden los padres evitar que se creen hijos con dependencia hostil? ¿Y cómo pueden los padres asegurar que su hijo sea "respetuoso, responsable y sea compañía agradable"? Hay muchas buenas respuestas que son eficaces para la mayoría de los niños la mayoría de las veces. Esas respuestas incluyen cómo los padres deben alentar más que elogiar a sus hijos; ¿cómo pueden desarrollar habilidades para resolver problemas en sus hijos?; Cómo los padres muestran empatía en lugar de rabia antes de permitir que las consecuencias caigan, incluye técnicas que evitan mostrar la frustración de los padres. Realmente toma un libro para definir claramente todas las respuestas, pero aquí hay algunas pautas:
· El sentirse con derecho comienza cuando los niños no dicen más "gracias" a los padres bondadosos.
· Dependencia hostil se muestra cuando los niños se enojan porque los padres no soluciona el problema del niño.
· Cuando los niños muestran una mayor capacidad para realizar tareas para otros que lo que muestran en casa, entonces la protección de los padres y las bajas expectativas es la causa habitual.
· Los niños que culpan intentan manipular y aumentar la culpabilidad en los padres con el fin de controlar la situación.
· Los padres sabios no excusan la falta de respeto, ya que esta sienta las bases para un comportamiento hostil y auto-destructivo.
Por último, nos regocijamos en el hecho de que la protección de los demás tiene un lado positivo. Un aspecto brillante del alma humana que destella cuando actuamos de acuerdo con nuestros deseos de ayudar unos a otros en situaciones difíciles, incluso en nuestro propio perjuicio. En un nivel profundo, el sacrificio por la otra persona puede ser en realidad un regalo que nos damos a nosotros mismos. Cuando vemos a una persona que ha vivido una vida de sacrificio por los demás, nuestra propia alma confirma: "¡Es una persona dulce que merece un lugar especial en el cielo!"
Pero el exceso de azúcar conduce a una muerte por diabetes.
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"Too Much of a Good Thing" by Foster W. Cline, MD.
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